En abril de 1962 llegó Lawrence de Arabia
a Almería. David Lean, el director de la película, había comenzado el rodaje un
año antes, en mayo de 1961. En Jordania habían tenido muchos problemas y abandonaron
el país en busca de otro lugar donde terminar el rodaje, hasta dar con varios
técnicos que le hablaron de España, país barato y con una zona que podía
adaptarse.
Durante unos cuatro meses se vió trabajar a unos 400 técnicos, que estaban por todas partes….
En el km. 30 de la carretera de Níjar se construyó un hospital turco. En las cercanías de Cabo de Gata, se dispuso un ferrocarril con una vía de 2,5 km de longitud. Dos trenes fueron desmontados en piezas, llevados por camiones, y rremontados sobre las vías. Se filmaron allí ataques y voladuras de trenes turcos. Para estas escenas la productora tenía dos ideas diferentes. Una de ellas era volar por completo la máquina de uno de los trenes o instalar en cada vagón material de cohetería que haría explosión, dando gran realismo. Pero como en el tren debían ir figurantes y caballos, se optó por hacer descarrilar la máquina sobre la arena, para después producirse el ataque de los árabes.
Hubiese sido imposible repetir las escenas por lo complicado de las mismas. No hubo fallos, y la secuencia era tan importante que viajaron periodistas de varios paises para poder contarlo.
Cerca de Tabernas se construyó el hermoso oasis que aún existe en todo su esplendor, como sacado de cualquier cuento de Las mil y una noches. Fue construido por un hombre del equipo de David Lean, Eddie Fowlie, que se quedó y montó el hotel El Dorado de Carboneras.
Sin embargo, donde el rodaje resultó más espectacular fue en la playa del Algarrobico, en la desembocadura del río Alías, en Carboneras. Se construyó la ciudad de Acqaba tal y como fue en los años 1914-18… desgraciadamente, no quedan restos. La ciudad estaba formada por unas 300 casas, sobre las que destacaban la mezquita y los edificios oficiales. En las afueras, rambla adentro, se construyó un campamento turco con más de 70 tiendas blancas, que serían la base de los 400 extras -soldados turcos- que defendían la ciudad. Más de cuatrocientos caballos -traídos desde Jérez de la Frontera, Guadix, Sevilla y Madrid- y ciento cincuenta camellos. El número de figurantes fue muy grande, y todo el pueblo de Carboneras se movilizó para sumarse a otros extras que procedían de la capital y otros pueblos.
El rodaje dentro de la misma capital se centró en el Parque de José Antonio -hoy Parque Nicolás Salmerón-. Estas escenas fueron enganchadas a unas tomas efectuadas en Sevilla. La ambientación se consiguió instalándose un tranvía con una vía de 150 metros -el cual era arrastrado por un tractor mediante un cable oculto y a la distancia conveniente para escapar de la cámara-, coches de caballos, motos y montones de figurantes ataviados con ropa moruna.
Posiblemente muchos almerienses y otros tantos hayan estado alguna vez, o más de una, en el bar Los Cármenes del Zapillo y, sin duda, habrán reparado que en el bar, en lugar bien visible, está la fotografía de Anthony Quinn. Este hombre, tan recordado en Almería, visitó mucho el local y desde él y sus alrededores vio la realidad que muchos estaban padeciendo. Pero además de esto, todos los que conocieron directamente a este gran actor coinciden en su gran humildad y humanidad.
El actor socorrió a muchos almerienses que lo estaban pasando mal en aquella época. Muchos recuerdan aquellos días en los que este hombre hizo tanto por aquellas gentes.
Nadie en cambio conocía al actor que hacía de lawrence de Arabia.